sábado, 3 de junio de 2017

Nueva Zelanda 10 (2016) P.N. Arthur´s Pass y valle Hadwon


Valle Hawdon y monte Pyramid. C.M. Aguilar Gómez.
La isla sur de Nueva Zelanda está recorrida longitudinalmente por la cordillera de los Alpes neozelandeses. Esta elevación está originada por el contacto de las placas tectónicas del Pacífico y de Australia y alcanza cotas que superan los 3700 metros. Si bien en la zona norte la dorsal montañosa aún no es muy elevada, a medida que vas bajando por la isla hay que optar por una u otra vertiente ya que no hay tantos pasos.

Desde Kaikoura elegimos el conocido como Arthur´s Pass para acceder a la costa oeste, la del mar de Tasmania. Cuando nos dirigimos hacia ese lugar no tenía mucha idea de lo que iba a encontrarme, y quizás por ello había imaginado cumbres nevadas y paisajes alpinos.



Interior del bosque de Nothofagus. C.M. Aguilar Gómez
Pero lo que hallamos fueron enormes valles y extensos bosques de hayas australes. Me encantó, así que buscamos un lugar donde dormir esa noche y desde el que explorar un poco la zona a la mañana. Y dimos, por casualidad, con el valle Hawdon que resultó ser un sitio increíble.

La densidad de hayas australes en Hawdon es tal, que difícilmente puedes caminar por el bosque sin un sendero abierto. Una de las opciones para recorrer la zona es aventurarse por los enormes aluviales que dejan los ríos aunque, tarde o temprano, te verás obligado a cambiar de orilla y en esas condiciones no hay puente que aguante.




Flores de Nothofagus. Foto: C.M. Aguilar Gómez.
En esos momentos es cuestión de descalzarse y cruzar los valles por vados de aguas someras como lo hacen los senderistas locales. Cuando nosotros visitamos el lugar las hayas australes (Nothofagus sp) estaban en floración. Comprobamos que sus flores rojas tienen poco que ver con las de nuestras hayas, las verdaderas hayas, las del género Fagus.

Sorprende también ver cómo es el interior de estos medios forestales que nunca han sido explotados. Al parecer, en ellos no había ninguna madera que interesara realmente, o estaban tan a desmano que no merecía la pena. Por ello, casi un tercio de la biomasa de estos bosques es madera muerta, algo completamente natural.



Petroica (Petroica macrocephala). C.M. Aguilar Gómez.
Dimos por casualidad con este valle, pero al poco supimos que era un lugar importante para la conservación del perico maorí montano (Cyanoramphus malherbi). En 2013 se estimaron un total de 290-690 aves en solo tres sitios del país, de los cuales el valle Hawdon es el mejor. Con razón vimos abundantes trampas para el control de mamíferos.

Ver esa cotorra era bastante improbable pero al menos disfrutamos con otra pequeña ave autóctona, curiosa y confiada, la petroica carbonera (Petroica macrocephala). También otras aves forestales como el gerigón maorí (Gerygone igata) o el anteojitos dorsigrís (Zosterops lateralis).




Nestor notabilis ojeando turistas. C.M. Aguilar Gómez.
Más tarde, en la cafetería del puerto del Arthur´s Pass, tuvimos nuestro primer encuentro con el kea (Nestor notabilis), un loro de montaña que se encuentra entre las aves más inteligentes del mundo. Los keas son difíciles de ver en su hábitat alpino, pero siempre hay grupos que bajan a sitios humanizados.

Los de Arthur´s Pass bajan a la cafetería a comer restos en las terrazas, aunque está prohibido alimentarlos. Nosotros pasamos un buen rato viendo como estos inteligentes loros burlaban a los turistas y les merendaban las magdalenas al menor descuido. Por su mirada no escapaba nada de lo que acontecía en la terraza y más de uno se quedó sin almuerzo ese día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios a las entradas siempre son bienvenidos, trataré de contestar a todos ellos.



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...